FUE HACE UN SIGLO.....

Alba de Tormes en los centenarios  teresianos de 1914 y 1915

Conferencia de Manuel Diego, Carmelita 


"El primer centenario teresiano del s.XX fue un acontecimiento nacional que afectó mucho a la vida de la villa, incluso hasta económicamente. En la organización local prestaron su trabajo y apoyo personajes como José Sánchez Rojas y otros vecinos de Alba. Lo que más afectó a la vida cotidiana fue el continuo afluir de peregrinaciones en tren, un fenómeno que exigió no poco esfuerzo a la hora de buscar comida y alojamiento. Fueron dos años en los que la colaboración local fue puesta a prueba y la imagen de la villa de Alba de Tormes, junto a Ávila, se afianzó como lugar imprescindible de visita para seguir las huellas de Teresa de Jesús".
Este breve resumen que muestra el cartel anunciador de la Conferencia, fue extensamente pormenorizado por  Manuel Diego, para goce y deleite de los presentes,  posteriormente nos mostró gráficamente algunos documentos que dan testimonio de lo que expuso  en su conferencia.
A continuación podemos leer un resumen de la conferencia, también, pongo algunas fotos de las que  fueron pasadas en pantalla grande, donde podemos apreciar la silueta de Manuel Diego y por último, podemos ver alguna de las fotografías que sirvieron para hacer esta proyección. Por todo esto y por la gentileza y amabilidad en la cesión de los documentos, tanto escritos como gráficos, quiero dar las gracia a nuestro querido y apreciado albense Manuel Diego.






FUE  HACE  UN SIGLO…
Conferencia sobre los centenarios teresianos de 1914-1915 en Alba de Tormes

(Teatro municipal, 26.4.2013)
Resumen de la conferencia impartida por Manuel Diego Sánchez, carmelita.


"Estamos casi a las puertas de dos centenarios teresianos, por eso se ha tratado de evocar el cómo se celebraron hace un siglo en la villa teresiana de Alba de Tornes el III centenario de la beatificación (1914) y el IV del nacimiento (1915).
Hace tiempo que publiqué un largo artículo de conjunto sobre este centenario, incluyendo el registro de todas las publicaciones y un importante apéndice documental, de forma que se pudiera hacer una valoración de conjunto lo más ecuánime posible.
Ahora fue sólo un repaso a través del modo como la villa afrontó entonces aquel acontecimiento, sobre todo en la atención y dar hospedaje a un número incontable de peregrinos que de toda España se acercaban en tren a venerar el sepulcro teresiano. Fue un reto al que pudo responder con bastante dignidad gracias a una organización eficaz.

Políticamente España estaba en el reinado de Alfonso XIII. A nivel europeo se vive la I guerra mundial, una experiencia muy lacerante y que, desde el punto de vista logístico, impidió la repercusión del centenario teresiano en todo el continente, como también el que no se pudieran hacer peregrinaciones europeas a España y, en concreto, a la villa. Mientras que este acontecimiento contempló el extraño caso de ver pasar dos Papas en el mismo año, puesto que se abre el centenario bajo el pontificado de Pio X, el cual muere en agosto del 1914, coincidiendo precisamente con los mismos días de la apertura del sepulcro teresiano. Y al poco tiempo sale elegido Papa Benedicto XV, Giacomo della Chiesa (6.9.1914), el cual había estado en la villa ducal (1886) como secretario del Nuncio Rampolla. Conocía muy bien la villa, y mantenía unas cordiales relaciones con el convento de las monjas carmelitas.

El personaje más destacado en la organización del evento fue el fraile carmelita Miguel de la S. Familia (1865-1947), a cuya convocatoria respondió muy bien la sociedad española de entonces. Y bajo su sugerencia en Alba de Tormes se constituye una amplia comisión local para el centenario que, a pesar de las diferencias y encontronazos, logró que hubiera eficacia en el funcionamiento y en la respuesta que había que dar a tantas necesidades. Hay que destacar la actuación inteligente, como secretario de la comisión local, del escritor y periodista José Sánchez Rojas (1885-1931) a quien se le pueden atribuir muchos de los éxitos de aquellos años en Alba de Tormes, aunque no terminara en el cargo por disensiones con las autoridades políticas y religiosas. Y una vez más, el centenario también dio lugar a enfrentamientos dentro de la vida local, pero fue algo que no oscureció los muchos logros que se consiguieron.
Fue un centenario que marchó menos sobre lo cultural, aunque tuvo sus logros, y se concentró sobre todo en la organización de peregrinaciones nacionales a Ávila y Alba de Tormes, con un éxito notable de participación para los medios de comunicación de los que entonces se disponía, fundamentalmente el tren. En la memoria de la villa quedaron para siempre grabadas la importancia, p.e., de la peregrinación valenciana, andaluza, las diversas que vinieron del País vasco, etc., muchas de las cuales se veían obligadas a comer y también pernoctar en la villa. Hay ya un ritual determinado que se repite con alguna variación:

(1)” Entrada solemne de las peregrinaciones en Alba de Tormes, escoltadas por una cabalgata vestida a usanza del país, cantando el himno de la peregrinación.- (2) Misa de comunión general.- (3) Misa pontifical con sermón.- (4) Después de la comida y un corto descanso, visita a las reliquias y lugares notables.- (5) Fiesta en la Basílica y procesión.- (6) Iluminaciones y algún número de diversión honesta y típica del país, como danzas charras, etc.- (7) A la mañana siguiente, misa de comunión, y después del desayuno, salida de la peregrinación cantando el himno, precedido de una despedida ante el cuerpo de la Santa. La salida de cada peregrinación coincidirá con la entrada de otra”.

Una lista incompleta, pero significativa de las principales peregrinaciones puede ser ésta:

-26 de abril 1914: Peregrinación salmantina (800)
-22 de mayo 1914: Peregrinación 1ª madrileña, presidida por la Infanta Paz (200).
-27/28 de mayo 1914: Peregrinación 2ª madrileña (más de 300).
-3 de junio 1914: Peregrinación vascongada (311).
-4 de junio 1914: Peregrinación de Salamanca (150).
-3/4 de junio 1914 Peregrinación valenciana (1000).
-8 de junio 1914: Peregrinación vallisoletana, palentina y de Medina del Campo (200).
-22 de junio 1914: Peregrinación de Plasencia (500).
-22/23 de junio 1914: Peregrinación de las Hijas de María y 4ª madrileña.
-26 de junio 1914: Peregrinación aragonesa.
-3 de julio 1914: Peregrinación andaluza (300).
-22 de julio 1914: Peregrinación de Córdoba.
-12/13 de octubre 1914: Peregrinación asturiana.

 Las consecuencias son evidentes. Con este motivo, casi sin darse cuenta, Alba de Tormes logró ya abrirse definitivamente a la realidad del turismo que se iba imponiendo en la sociedad española. Todos los analistas coinciden que el movimiento de las peregrinaciones a Alba fue dañado por los sucesos lamentables de la apertura ilegal del sepulcro teresiano.

Entre los visitantes y peregrines ilustres podemos hacer también una lista provisional y ciertamente no completa:

El 26 de abril, día 3º del triduo solemne de la beatificación, después de haber estado los dos días anteriores en los festejos de Salamanca, llegó y celebro en Alba el Nuncio del Papa, Mons. Ragonesi. A su misa y celebración estuvo presente también el Duque de la Conquista como representante regio en los actos del centenario.
                El 22 de mayo del 1914 la Infanta Paz y su hija la princesa Pilar de Borbón, ambas muy ligadas a Alba de Tormes, sobre todo por las obras de la basílica.
                El 24 de julio la Infanta Isabel de Borbón.
                El 14 de agosto el Superior general italiano de los carmelitas descalzos, Clemente de los SS. Faustino y Jovita, que pernoctó en el convento de los frailes carmelitas hasta el día 29 del mismo mes, días en los que celebró algunas reuniones de importancia con los superiores carmelitas de Castilla y de toda España, convocados de forma secreta a la apertura del sepulcro teresiano, lo cual dio ocasión al famoso motín de los días de la transverberación, por el cual el sepulcro fue abierto una segunda vez y mostrado el cuerpo de la Santa a todo el pueblo.
                El 15 de octubre, solemnidad de Santa Teresa, llegó el cardenal de Rio de Janeiro procedente de Roma, después del conclave que eligió Papa a Benedicto XV.
                El 16 de octubre del mismo año, el obispo de Ciudad Rodrigo.
                El 22 de octubre, octava de Santa Teresa, el obispo de Osma-Soria.
                El 16 de noviembre el obispo de Jaca, Manuel de Castro, que luego sería obispo de Segovia y arzobispo de Burgos.
           
Sin duda alguna el momento más delicado del centenario fue el motín popular con motivo de la apertura del sepulcro teresiano en agosto de 1914, del que ha quedado grabada en nuestra conciencia histórica una huella profunda, no exenta de leyenda y noticias falsas. Un tema en el que conviene entrar mediante un análisis riguroso, ya que el momento es propicio por la cantidad ingente de documentación de que nos ha quedado. Merece ser tratado en forma monográfica, y quizás sea útil purificar nuestra memoria histórica con ocasión del I centenario de aquel suceso, que será el próximo agosto del 2014.

Aunque en el plano cultural el centenario en la villa fue más bien pobre, (no hay actos explícitos de este tono), sin embargo sí que podemos poner de relieve algunos detalles que ayudan a completar el juicio que expresamos, más bien negativo. Y es que en esta ocasión salió a luz el libro del canónigo salmantino, José de Lamano: Santa Teresa de Jesús en Alba de Tormes (Salamanca 1914). Toda una monografía que cambió la situación por lo que toca a Santa Teresa dentro de la historia local, y que –por desgracia- todavía, casi a un siglo de distancia, no ha sido reemplazado. Y es que sigue válido en sus apreciaciones, excepto el caso de algunos datos y ciertos matices, pero sustancialmente podemos seguirlo leyendo hoy como un texto válido. En ese sentido, Alba de Tormes tuvo mucha suerte, ya que cuenta con un buen estudio sobre la fundación teresiana en este lugar y, además, sobre la situación del sepulcro, reliquias y devoción teresianos en los siglos posteriores. Hoy podemos disponer de una edición facsímil de este libro fundamental para la historia de Alba (Madrid 2011).
            No se suele recordar, Alba de Tormes en aquellos años contaba con un fraile músico en el convento carmelita de gran altura, sea como organista que como compositor, el P. Manuel del Santísimo Sacramento (1875-1956). Estando aquí compone precisamente dos himnos teresianos que se hicieron famosos y se siguen interpretando hasta en nuestros días. El más famoso y difundido a nivel nacional fue el Himno de peregrinación (Viva, viva la gran Santa), editado en Barcelona, 1914, y del que en Alba conservamos la partitura original (Alba.PP., A-II-69); pero el que nos resulta más conocido y querido es el Himno de los albenses a Santa Teresa de Jesús, que circuló entonces en forma de tarjeta postal (14 x 9 cm.) y del que también conservamos la partitura original (A-II-69), curiosamente dedicada al entonces arcipreste y párroco de Alba de Tormes, Don Matías Monzón. Éste último todavía se usa el cantarlo en Alba de Tormes (Teresa bendita, bello serafín), pero pocos ya se acuerdan y saben algo del autor, que era conventual de la villa por aquellos años del centenario.

            Quizás el asunto más vistoso y que, en cierta manera perdura hasta nuestros días como fruto de aquel centenario, es el de la renovación del vestuario de la antigua imagen procesional de santa Teresa del siglo XIX, como también de las andas procesionales para la imagen y para la reliquia del brazo. Son una de las consecuciones más palpables de aquellos dos centenarios. Sobre esto se ha escrito en el Libro de fiestas de octubre 2005, 2007 y 2009.
            Entre la priora del convento y varios frailes lograron cambiar la situación a mejor, dado que el uso tan frecuente que había tenido este signo religioso durante el centenario (¡con tantas procesiones!) había dejado bien evidente que no estaba de acuerdo a la dignidad e importancia que tenía en la religiosidad popular. Los vestidos y capa nuevos fueron realizados en los talleres valencianos de D. Justo Burillo y Cia. y también en Valencia se hicieron las ostentosas andas del brazo, llenas de símbolos y alegorías con el fin de exaltar toda la obra teresiana. Éstas son obra del escultor valenciano Vicente Torrent y Pellicer (1854-1928), inspirándose en algunas ideas del famoso carmelita Gabriel de Jesús (1862-1949). Aunque juzgamos ambas innovaciones como fruto del centenario, en realidad no se llegó a culminar la obra hasta el año después.
            Las nuevas andas del Brazo salieron por vez primera en procesión por las calles de Alba el 17.10.1915, presidida ésta por el obispo de Ciudad Rodrigo. Las andas procesionales de plata Meneses de la imagen, el nuevo vestido y manto de la imagen se inauguraron para la fiesta y el novenario de octubre de 1916, aunque puede ser que ya apareciera así vestida con motivo de alguna peregrinación entre abril y octubre del mismo año.

CONCLUSIÓN

Nosotros nos hemos ceñido en este estudio a una consideración excesivamente local, aunque importante por ser Alba de Tormes un lugar teresiano de primera clase.
La impresión general de la incidencia de este doble acontecimiento en la vida de la villa es positiva, tuvo una gran repercusión social y religiosa, incluso económica, y podemos imaginar la movilización que hubo que hacer para buscar alojamiento y comida a peregrinaciones tan frecuentes y numerosas.
Lo que sí es más evidente es el enfrentamiento interno sufrido entre las diversas fuerzas de la villa (políticas y religiosas), fruto de malentendidos, viejas rencillas, intereses, etc. Aunque esto no trascendió fuera y permaneció en el estrecho ámbito local, pero sí que restó eficacia a la organización y, seguramente, fue una vez más el escollo o la ocasión perdida para sacar a Alba de Tormes de ese aspecto cerrado y pueblerino que arrastraba desde tiempo.
También hay otro aspecto al que no hemos hecho referencia. Siguen las obras de la basílica teresiana comenzada a finales del siglo XIX, continuadas ahora con una lentitud y aire mortecino que presagia ya cuál será el final de un proyecto eternamente inacabado. La basílica es una losa muerta encima de la historia del último siglo de la villa teresiana.
Lo que sí llama la atención es que nunca aparece para nada aquella vieja rivalidad entre los dos lugares principales del teresianismo, Ávila y Alba; tanto es así que ni siquiera se plantea a pesar de que anda de por medio el IV centenario del nacimiento. De hecho, las peregrinaciones se organizan con una visión completa y orgánica, es decir, abrazando en su programa la visita a la cuna y sepulcro teresianos.
No obstante, aquellos dos centenarios teresianos de 1914-1915 sí que proyectaron la imagen de Alba hacia adelante, al menos en el exterior, a pesar de que, a causa de la guerra mundial, este centenario resultó ser una efeméride más bien española, menos europea y mundial. Esta sí que fue la gran carencia de este acontecimiento.

BIBLIOGRAFÍA

-          M. DIEGO SÁNCHEZ, Bibliografía de los centenarios teresianos de 1914-1915. III Centenario de la beatificación y IV Centenario del nacimiento de Santa Teresa de Jesús, en Archivum Bibliographicum Carmeli Teresiani. Roma (2004) nº 43, pp. 5-179.
-           JUAN BOSCO SANROMÁN, Los centenarios teresianos de 1914 y 1915 en España. Historia y crónicas, en Archivum Bibliographicum Carmeli Teresiani. Roma (2005) nº 44, pp. 5-425."


Fotografías de la conferencia


 



Proyección de algunos de los documentos


Convocatorias de peregrinación 







Sobre para cartas 






Factura de la época


Recibimiento y despedida de peregrinaciones










Algunas cartas





Transcripciones de cartas de trabajo de la comisión



Carta de José Sánchez Rojas al P. Miguel de la Sagrada Familia (30.5.1914).

                               * Orig. Alba, Archivo PP. Carmelitas, A-II-62.

               Este documento y el siguiente atestiguan la labor ejecutada por la comisión albense de cara al recibimiento y alojamiento de las diversas peregrinaciones en la villa de Alba de Tormes, un lugar con plazas limitadas en estos recursos de hospedaje, por lo que había que adoptar medidas especiales.

            El Secretario de la Comisión de festejos
            del Centenario de Santa Teresa de Jesús.
            Alba de Tormes                                                                      30 Mayo [1914]

            Mi querido P. Miguel: Ruego a Usted que tenga la bondad de indicarme pronto los nombres y dirección de los peregrinos de 1ª de la 1ª peregrinación madrileña del día 28 de Mayo.
            Con este motivo me reitero de Usted su muy sincero y afectísimo, José Sánchez Rojas.


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Carta de José Sánchez Rojas al P. Miguel de la S. Familia (31.5.1914).

                        * Orig. Alba, Archivo PP. Carmelitas, A-II-62.

            El Secretario de la Comisión de festejos
            del Centenario de Santa Teresa de Jesús.
            Alba de Tormes                                                                      31 de Mayo 1914.

            Mi querido Padre Miguel: En nombre de la Comisión de festejos, ruego a Usted que la 2ª peregrinación madrileña se aplace para el día 16 de Junio, en lugar del 14 en que está anunciada.
            El día 14 es el segundo día de feria. Está la Villa llena de chalanes y feriantes. Es muy difícil precisamente aquel día la instalación y hospedaje de los peregrinos. Y nosotros que queremos demostrar prácticamente el entusiasmo que nos merece el noble pueblo de Madrid y el gusto con que recibimos su visita, que tanto nos honra, acudimos a Usted rogándole que aconseje ese aplazamiento de 48 horas que redundará -Usted conoce las ferias de ganados de San Antonio- en beneficio de todos.
            Con este motivo me reitero, una vez más, su muy afectísimo amigo, José Sánchez Rojas.





            Renuncia de José Sánchez Rojas a formar parte de la Comisión del Centenario Teresiano (29.8.1914).








Himno del III Centenario






Algunas fotografías de los documentos

























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