La música callada. STJ en el arte musical
LA MÚSICA CALLADA.
Santa Teresa de Jesús
en el arte musical (Alba de Tormes, 12/27 de julio del 2014)
Con motivo del IV centenario de la beatificación de santa
Teresa (1614) y a las puertas de la apertura del V de su nacimiento (1515), en
coincidencia también con el Festival de
Música antigua que se tendrá en Alba de Tormes, se ha preparado una
exposición con textos y partituras musicales relativas a Santa Teresa, es
decir, cuanto se ha compuesto sobre ella y para ella desde la beatificación.
Encargados de tal exposición, de su preparación y montaje, han sido Nacho
Cotobal, Manuel Diego Sánchez y Ana Écija, con la válida colaboración de otras
tantas personas. Es un repaso por el mundo musical teresiano que deja una
sensación de admiración y asombro por cuanto se ha compuesto, y la calidad de
la música que en su honor tiene esta mujer. Predominan los himnos teresianos de
los distintos centenarios, las piezas litúrgicas, pero no menos la misma poesía
teresiana y otros textos suyos que han sido musicados, esto último sobre todo ha
ocurrido en los últimos tiempos.
Piezas importantes son, por ejemplo, la primera versión
musical del himno “Regis Superni nuntia” compuesto por el Papa Urbano VIII
(Barberini) todavía interpretado y cantado en Alba de Tormes, una obra que
proviene del patrimonio musical carmelitano, exactamente del Ritual de la Orden
en España editado en 1789. Esta es la versión, la más antigua conocida, que
persiste en nuestros días en la memoria y en la devoción emocionada de los
albenses.
Con motivo de la exposición se ha producido una agradable
sorpresa, y ha sido la de encontrar en un viejo cantoral de la biblioteca de
los Carmelitas de Alba una “Misa Teresiana” del siglo XIX, escrita sobe cartón
fuerte, de la cual se había perdido la memoria y que seguramente ha sido
interpretada en la villa durante ese siglo. Curiosamente la música de esa misa
camina sobre temas y variantes del himno “Regis Superni nuntia”. Esta misa
ocupa un lugar privilegiado dentro de la muestra, se exhibe abierto en el facistol
del coro de la iglesia parroquial de san Pedro (s. XVIII).
Todos los centenarios y acontecimientos teresianos tienen
sus relativas composiciones, desde el 1882 hasta el próximo 2015, con
abundancia de piezas musicales de calidad, buena parte de ellas compuestas por
eminentes músicos carmelitas y otros autores. Así, por ejemplo, por vez primera
se expone la partitura original y la correspondiente editada del himno
teresiano de Alba “Teresa bendita”, obra del P. Manuel del Santísimo, y que se
compuso ya hace un siglo (1914); como también los otros himnos albenses de Álamo
Salazar y Constancio Palomo (1982) y el último de Garbi, recientemente
estrenado (2014). Amén de otras piezas procesionales para orquesta que se han
compuesto en Alba de Tormes.
Lo más importante es
el poder constatar que casi toda esta música se ha oída e interpretada en Alba
de Tormes, que así durante siglos ha sido un centro de cultura musical
teresiana.
La exposición estuvo situada en el coro y claustro del monasterio más antiguo
de Alba, el convento de la Madre de Dios de las Madres Isabeles, un lugar donde
se hospedó santa Teresa en varias ocasiones antes de fundar el Carmelo de la
Anunciación. En el mismo coro bajo, donde se halla la exposición, ella oró
tantas voces y escuchó la santa Misa. Como también paseó por el magnífico
claustro renacentista del convento. Es una ocasión única porque, con motivo de
la exposición teresiana, se puede visitar libremente este monumento artístico
de Alba de Tormes, casi siempre olvidado, y que se compone de iglesia, coro y
claustro.
Como complemento a la exposición musical hubo una
conferencia pública acerca de la música inspirada en santa Teresa, en este
mismo lugar, iglesia de las Isabeles,
impartida por Manuel Diego Sánchez, carmelita.
Liturgia de santa Teresa
- Facistol del coro de la parroquia de san Pedro: Misa de santa Teresa + diversos libros litúrgicos carmelitanos con el Regis Superni nuntia y otros textos litúrgicos teresianos.
- Vitrina dedicada al himno Regis Superni nuntia con diversas propuestas musicales, sobre todo el Ritual Carmelitano de 1789, cuya música es la que se sigue cantando en Alba de Tormes.
*Después explicar el sentido de la
cítara/arpa como instrumento musical carmelitano, del cual hay ejemplares en el
museo musical del monasterio de la Encarnación de Ávila. El arpa/cítara es un instrumento bíblico y que ahora se ha integrado en la liturgia, dentro de la
Iglesia. El ejemplar aquí expuesto es el que usa la comunidad del Carmelo de
Alba de Tormes, interpretado/sonado por la Hermana Paloma de la Cruz, que se
dedica también a iniciar a otras monjas en el arte de tocarlo.
- Misa de santa Teresa, diversas propuestas, hasta después del Concilio Vaticano II.
- Oficio divino (breviario) con la liturgia de santa Teresa hasta después del Concilio Vaticano II.
Música de los centenarios y peregrinaciones teresianas
- Vitrina del III Centenario de la muerte de santa Teresa (1882).
- Vitrinas del III centenario de la beatificación (1914) y del IV del nacimiento (1915)-
- Vitrina del III centenario de la canonización de santa Teresa (1922).
- Vitrina del IV centenario de la Reforma (1962) y del doctorado eclesial (1970). Del 1962 hay muy poco o nada.
- Vitrina del IV centenario de la muerte (1982)
Música teresiana en Alba de Tormes
- 1º himno teresiano de Alba de Tormes: Teresa bendita, del P. Manuel del Santísimo, OCD (1914). Otros objetos: pañuelo de seda, programa del centenario en Alba, libro del peregrino.
- Himno de Alba para el IV centenario de la muerte, de Antonio Álamo Salazar y Constancio Palomo: Cantemos a Teresa. (1982).
- Concierto de campanas (2014)
- Himno del V centenario (2015) de Garvin, y diversas marchas procesionales de la Banda de Alba. Beigbeder.
Poesía teresiana con música
- Gozos, antífonas, invocaciones a santa Teresa
- Libros
- Libros, cancioneros teresianos impresos
( VÉANTE MIS OJOS: LA MÚSICA QUE PROVOCA EL ÉXTASIS
Estando en Salamanca (abril 1571) oyó cantar a una novicia,
Isabel de Jesús, una letrilla que le emocionó. No era suya la poesía, y decía
así:
Véante mis ojos, Dulce Jesús bueno. Véante mis ojos, muérame
yo luego.
Ella misma nos cuenta la emoción intensa que le produjo este
canto: Anoche, estando con todas, dijeron
(cantaron) un cantarcillo de cómo era recio de sufrir vivir sin Dios. Como
estaba yo con pena, fue tanta la operación que me hizo, que se e comenzaron a
en entumecer las manos; y no bastó resistencia, sino que como salgo de mí por
los arrobamientos de contento, de la misma manera se suspende el alma con la
grandísima pena, que queda enajenada, y hasta hoy no lo he entendido (Cuentas
de conciencia, abril 1571).
Este cantarcillo, aumentado con diversas estrofas, ha
entrado dentro del repertorio cristiano y se suele cantar todavía entre
nosotros, pero con otras músicas; la más famosa y difundida, sin duda, es la
versión de F. Pedrell.
Quiero destacar estas partituras de Hermann Cohen, judio alemán de arraigada tradición judia, discípulo de F. Liszt en cuanto a la música, fue muy amigo de los personajes más brillantes y anticatólicos de la época. Pero he aquí que un día un amigo le pide que le reemplace en la dirección del coro de una iglesia parisina cercana a su casa, lo hace con gusto, pero en el acto final de la bendición con el Santísimo, experimenta un cambio emocional que le llevará a convertirse al catolicismo y no solo eso sino que funda la Adoración Nocturna el 22 de Noviembre de 1848. Un año después ingresa en los Carmelitas
TERESA AMIGA DE ALEGRAR LA VIDA CONVENTUAL CON MÚSICA
La que reconocía tener pocas aptitudes para el canto, cuando llegó a ser fundadora de monasterios demostró una grande capacidad para alegrar las fiestas y circunstancias de la vida cotidiana con el recurso a la música, pero ésta siempre de tono popular: villancicos, tonadillas, composiciones profanas que se volvían a la divino…
Y así lo hacía en aquellos largos viajes de fundadora por los caminos de España, en el tiempo litúrgico de la Navidad, en las tomas de hábito y profesiones, en las recreaciones…
Muchas de sus poesías responden a estos momentos vitales y las hemos de leer pensando que de ordinario se acompañaban de la música corriente y popular de uso profano que se cantaba en la calle y que ella tranquilamente aplicaba a sus versos de tema religioso.
Y, por eso, también se hacía acompañar de instrumentos populares (los que sí sabía usar y tocar), como el tambor, la flauta, la pandereta, las castañuelas, etc. De todo esto nos han llegado ejemplares de su tiempo que los Carmelos conservan hasta el día de hoy como auténticas reliquias teresianas.
( LA FORMACIÓN MUSICAL DE TERESA EN EL CONVENTO
El aprendizaje del canto coral y de la recitación común del
Breviario se hacía durante el noviciado. La candidata a la vida religiosa tenía
que capacitarse en estos menesteres, porque en ellos iba a ocupar después la
mayor parte del tiempo. Tenía que acoplar su voz y sus gestos al ritmo de la
comunidad, que en esta materia no admitía improvisación, porque estaba todo
perfectamente reglamentado en las Constituciones. No era obligatorio entender
latín, pero sí una correcta pronunciación. Tampoco Santa Teresa lo entendía
bien cuando cantaba el Salterio en el coro de la Encarnación. Las traducciones
en romance y los comentarios de predicadores les ayudaban en la comprensión de
los textos litúrgicos (Nicolás González)
( LA MÚSICA EN LA CIUDAD DE ÁVILA DURANTE EL SIGLO XVI
Aunque nunca descolló como un lugar especialmente rico para
la música española durante la vida de santa Teresa (lo mejor estaba en la corte
de Madrid), sin embargo por sólo dos personajes merece la pena ser tenida en
cuenta, ambos contemporáneos de Santa Teresa (aunque algo más jóvenes que
ella): el gran músico y polifonista Tomás
Luís de Victoria, que desarrolló una carrera musical de mucho éxito por
toda Europa, sobre todo en Roma en la capilla papal; y el organista y teórico
del tañer instrumentos musicales Antonio
de Cabezón. Curiosamente ambos personajes (genios de la música española) pertenecían
a la misma parroquia abulense de la Santa, la de San Juan Bautista, junto al
Mercado chico.
Tomás
Luís de Victoria perteneció de niño a la capilla de la catedral abulense, el
lugar donde se interpretaba la mejor música en la ciudad, y bien pudo asistir
santa Teresa a alguna celebración catedralicia en la que él intervenía como
cantor. Cabezón, el gran representante del órgano español, estaba más bien en
Madrid al servicio de la corte, pero en más de una ocasión se sabe que tocó el
órgano de la catedral.
Ambos
representan muy bien el nuevo arte musical español, como Teresa representa un
nuevo estilo de vida reformada, una nueva espiritualidad y propuesta mística.
Buen tema de fondo puede ser la música de ambos autores para leer y escuchar la
obra literaria y mística de Teresa de Jesús.
TERESA
DE JESÚS FUENTE
DE INSPIRACIÓN MUSICAL
Santa Teresa ha sido tema y argumento
musical fundamentalmente por razones litúrgicas, puesto que era necesario poner
música a los textos propios de la Misa y del Oficio divino a ella
pertenecientes (15 de octubre y 27 de agosto). Ha sido la cantera más
explotada, por lo que no sólo tenemos la versión en canto gregoriano (s. XIX)
de su liturgia, sino además la de otros autores, así hasta nuestros mismos días
(Angel Bravo OCD, Javier Cuevas OCD, Domingo Cols, etc.).
Pero sin ninguna duda ha sido la
devoción, las peregrinaciones a los lugares teresianos, los centenarios, etc.,
las causas más evidentes de la proliferación musical teresiana, puesto que se
necesitaban marchas, himnos de peregrinaciones, himnos de centenarios, motetes
sagrados para dentro y fuera del culto, textos para las procesiones… Éste es el
género más abundante.
Desde el siglo XIX, pero sobre
todo desde el siglo XX se ha recuperado además la antigua tradición carmelitana
de musicalizar aquellos textos salidos de la pluma de santa Teresa,
especialmente las poesías. Y es la tendencia que predomina en el momento
actual.
Teresa de Jesús ha llamado la
atención de autores reconocidos, como:
Hermann Cohen, discípulo de
Lizst; F. Pedrell, Victoriano de san José OCD (1892-1918), Lorenzo Perosi
(1872-1956), Amadeo Vives, Bernabé Mingote, Gonzalo de Santa Cecilia OCD
(1884-1936), Ignacio Busca de Sagastizábal (1868-1950), Estanislao de Jesús OCD
(1887-1964), José Domingo de santa Teresa OCD (1888-1980), Germán Álvarez
Beigbeder (1882-1968), Livino del Niño Jesús OCD (1920- ) Constancio Palomo
(1915-1981)…
Han enriquecido el repertorio
teresiano autores de nuestros días, tales como:
Ángela Barrera STJ, Cristóbal Halffter
(n. 1930- ), Jesús García Bernalt, Anibal Sánchez Fraile, Antonio Celada Alonso
(1930-2010), F. Palazón, María Ostiz, Javier Cuevas OCD (1935-1996), Luis
Elizalde, Luís Bedmar, Juan Alfonso, Carmen Cañada, Jesús María Muneta, José
María Alcocer, Marcel Godard, Angel Barja, Rafael León OCD, Antonio Bernaldo de
Quirós OCD…
Y en Alba de Tormes han compuesto
música teresiana:
Manuel del Santísimo Sacramento
OCD (1875-1956), José Ignacio Cotobal Robles, Pablo Antonio García Sánchez.…
EL HIMNO LITÚRGICO TERESIANO “Regis superni nuntia”
Se trata de un himno latino que compuso el Papa Urbano VIII,
Barberini (1623-1644) con destino al Oficio divino teresiano del 15 de octubre,
para la hora de Vísperas. Fue compuesto de acuerdo a la más estricta métrica
latina, por lo que tuvo gran éxito y se cantó incluso en las procesiones, ya
fuera del Oficio divino.
Urbano VIII es el Papa que encargó a Bernini el altar de la
Confesión y el baldalquino en bronce del altar mayor, ambos en la basílica
vaticana de san Pedro. Un papa amigo de las artes y muy buen latinista.
Actualmente poseemos diversas versiones musicales (incluida
la del canto gregoriano de Solesmes), las más de ellas en el género polifónico.
Pero hay una versión que particularmente emociona en Alba de Tormes, porque
suena cada año al salir santa Teresa de clausura, y porque viene cantada
también como canto de entrada de la misa de la novena y del día de la Santa.
La versión usada en Alba de Tormes pertenece a la más pura
tradición carmelitana y se viene cantando desde el siglo XVIII. Se halla
impresa por vez primera en el Ritual Carmelitano de la congregación española del
año 1789. Pero en la villa durante mucho tiempo
(desde la década de los 50 del siglo XX) se usó y cantó según el arreglo
y orquestación a 4 voces del famoso música carmelita y vasco, José Domingo de
Santa Teresa (1888-1980).
Por lo tanto, el himno teresiano “Regis Superni nuntia”
interpretado por la banda municipal y cantado por el coro parroquial es la
versión más antigua del mismo y, además, de origen netamente carmelitano y
español.
Me gustaría que la calidad de las fotografías fuera la idónea, pero como bien sabéis cuando hay plásticos o cristales es muy difícil hacer una buena fotografía, no obstante he podido paliar un poco los reflejos buscando posiciones y ángulos, a veces, difíciles. El resultado creo que no es malo, sobre todo, si lo que se quiere es dejar testimonio de un evento significativo que está enraizado en las celebraciones de los Centenarios de Santa Teresa de Jesús. En cuanto a la conferencia de Manuel Diego, OCD, solo puedo comentaros qué gran placer y deleite fue escuchar a Manuel, pues nos ilustró con completísima y amena charla con toda clase de detalles, e incluso pormenorizando alguno de los capítulos expuestos. Muchas gracias Manuel y también por los trabajos y desvelos de la exposición, así como a todos los implicados en ella y que en una cartela aparecen al principio.
Este es el resultado de la visita a la Exposición, después de la conferencia ya comentada finalizando con una visita al claustro del convento de las MM Isabeles, desde donde contemplamos una capilla en la parte de arriba que conmemora la celda que ocupara la Santa en sus visitas a Alba de Tormes antes de inaugurar su "palomarcito", el día 25 de Enero de 1571, como colofón y de forma espontanea y emocional se cantó el "Regis Superni nuntia". Por esto cierro la exposición con la partitura de este himno muy querido en la Villa.
Este es el resultado de la visita a la Exposición, después de la conferencia ya comentada finalizando con una visita al claustro del convento de las MM Isabeles, desde donde contemplamos una capilla en la parte de arriba que conmemora la celda que ocupara la Santa en sus visitas a Alba de Tormes antes de inaugurar su "palomarcito", el día 25 de Enero de 1571, como colofón y de forma espontanea y emocional se cantó el "Regis Superni nuntia". Por esto cierro la exposición con la partitura de este himno muy querido en la Villa.
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