El último arreglo se
hizo en el año 2014 con revisión del tejado, cambio de pavimento, instalación nueva de luz eléctrica y pintura
de todo el recinto, todo en vistas del V centenario del nacimiento de santa
Teresa. La iglesia recién restaurada fue inaugurada y abierta al público el 4
de octubre del 2014. Pero quedaron todavía pendientes aspectos de su
ornamentación interna y que, en más de un caso, se trataba simplemente de
recuperación de algunos elementos decorativos que tenían que volver a su propio
sitio.
Y así, por ejemplo, han vuelto a colocarse a
la largo de la nave central la serie de sargas o pinturas de la vida de san
Juan de la Cruz (6 en total) que fueron encargadas a la pintora Benita Sáenz de
Tejada en el año 1927. La misma serie y en tamaño mayor se halla colocada
también dentro los lóculos del claustro cuadrado o procesional, unas pinturas
que en tantas ocasiones han salido reproducidas por TV y videos documentales.
En el otro sector del crucero, junto al altar de santa Teresa y encima de la puerta reglar que da acceso al claustro, ahora se ha colocado un impresionante lienzo del siglo XVII (posiblemente del entorno de Francisco Rizzi que tanta pintura tiene en la iglesia del sepulcro de santa Teresa), y que representa al profeta Elías descansando bajo un árbol de retama, recibiendo el consuelo y alimento de Dios, por mano de un ángel, en su camino hacia el Monte Horeb. Se inspira en el pasaje bíblico del I Libro de los Reyes (19, 3-7) Es una representación muy potente y que nos ayuda a recordar los orígenes de la familia religiosa del Carmelo en este Profeta bíblico al que considera modelo y padre espiritual de su vida; pero la escena también nos conduce hacia el sacramento eucarístico, como anuncio y símbolo del mismo, en cuanto que Dios alimenta siempre a sus fieles. Este cuadro de tan grandes proporciones un tiempo ocupó la pared de la gran escalera interior del convento que subía del claustro a las celdas de los frailes. Pasó después al museo en donde no tenía un puesto adecuado de exposición por sus grandes dimensiones. Muy buena idea la de trasladarlo ahora a la iglesia.
Y,
por último, recordar la presencia de 4 lienzos de menores proporciones, todos
ellos del siglo XX. Dos han sido colocados al lado de la imagen del Niño Jesús
de Praga (una devoción tan tradicional dentro del Carmelo) y que representan
los encuentros respectivos de Santa Teresa de Jesús y Santa Teresa del Niño
Jesús con Cristo niño. Mientras que en el espacio de las dos antiguas capillas
laterales se han colocado otros dos lienzos con escenas infantiles de la vida
de santa Teresa del Niño Jesús, la francesa, y que evocan su entrega y amor a
los pobres (limosna) como también el amor entre hermanas. Ambas escenas, con
bastante fidelidad y realismo, se sitúan en el jardín de la casa familiar de
Lisieux, llamada esta mansión u hotelito de Los Buissonets y todavía existente.
Con todas estas medidas
la iglesia carmelitana de san Juan de la Cruz (la más visitada de Alba después
de la de las MM. Carmelitas) ha recuperado su antiguo esplendor, pero además ahora
ofrece un programa iconográfico de gran valor y más completo por lo que toca a
san Juan de la Cruz, su titular. No se
olvide que es la primera iglesia del mundo que se le dedicó apenas beatificado
(1674). Esto requerirá un mayor esfuerzo de interpretación a los/las guías de
turismo, como también a los albenses que la visiten. Pero siempre se trata de
un enriquecimiento del patrimonio cultural de la villa
(Manuel Diego
Sánchez; Julio 2017)
En este mismo blog
podemos visitar esta misma iglesia antes de su restauración.
Reportaje fotográfico.
Vía crucis
Virgen del Pilar
Santa Teresa de Jesús imagen de vestir, procedente de Ledesma
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